Para compartir y poder ver los libros PDF en la nube.

https://drive.google.com/drive/folders/0BxzkgnJxYLPnSUtxLXR4RXNHUVU?usp=sharing

lunes, 18 de septiembre de 2017

Más vale tarde...

¿Ahora se dan cuenta?

La reciente publicación de un informe sobre el poblamiento de América que contradice la teoría aceptada de Beringia, tira por tierra toneladas de papel, tinta y esfuerzo humano; esa publicación: http://geneasud.blogspot.com.ar/2016/08/un-hallazgo-refuta-la-principal-teoria.html  motivó esta nota.
Hace más de cincuenta años me deslumbraban las propuestas de quienes aseguraban que el poblamiento de América no podría solamente hecho por el puente de Bering ya que estaba cubierto de hielo y las condiciones hubieran sido, para cualquier grupo humano que lo intentara, poco menos que imposible.

En la América moderna los descubrimientos de todo tipo certificaban, cada vez más, la antigüedad de ese poblamiento; entonces ¿Cómo se habría producido?










Comenzaron a surgir propuestas alternativas marítimas de ese poblamiento, tanto Pacíficas como Atlánticas, (Kon-Tiki - Ra - Atlantis) muy interesantes, tanto como para hacerte entender que habría que repensar nuestro pasado.
Solía molestarme el estatismo oscurantista expresado por Alex Hrdlička o Paul Rivet, antropólogos Americanistas, defensores de la propuesta de Beringia; llegué a creer que lo de Hrdlička obedecía a la admiración que siempre profesé por la persona de Florentino Ameghino a quien el entonces exponente del Smithsonian desacreditó ante la comunidad vernácula y desvirtuó sus propuesta.
Debo reconocer que ese gran hombre y paleontólogo que fue Ameghino se había apresurado en sus conclusiones sobre el hombre de las pampas, no pudo mantener su propuesta.
Es cierto, la ciencia, la investigación requiere tiempo, pero ese tiempo en ciencias sociales no está dado por la necesidad de la repetición y experimentación; en ciencias sociales ese tiempo corresponde al necesario para vencer el obstinado “Consenso” para que esa propuesta pueda permitirte ingresar a la ciencia por la puerta grande.
Vencer el estatismo es lento, doloroso y costoso en principios y valores que suelen quedarse en el camino; el tiempo, concepto tan controvertido, pero que todo lo puede, permitirá que la verdad surja.
Una noche mientras cenábamos y charlábamos con el equipo de amigos, ese año se incorporó a esa escapada mi hijo mayor, el hoy tanguero Esteban Moreno Spaggiari; esa noche repito se acercaron a nosotros varias personas interesadas en nuestro trabajo nos solicitaban intercambiar algunas palabras.

Así conocí, tuve el enorme placer de intercambiar inquietudes, ideas y trabajos, que nos remitimos posteriormente, con uno de los profesores de la Universidad de Estokolmo, Suecia : Nils-Axel Mörner un gran especialista en Glaciaciones y el mayor experto en “Paleomagnetismo” y sus alumnos, algunos argentinos, de la carrera de Antropología de dicha universidad; me enteré después que se encontraba en pleno curso de campo con sus alumnos.

Esa disciplina encuadrada dentro de “Geomagnetismo”, aplicada a la arqueología, al estudio las glaciaciones, por medio del posicionamiento de las partículas magnéticas del manto terrestre; su orientación y disposición, permite ampliar el marco de comprensión de los sitios o piezas asociadas un estrato geológico.

 El Paleomagnetismo, trataba de imponerse, por aquellos años como herramienta auxiliar de las ciencias sociales, este profesional se había convertido en su principal exponente, para convertirla en la poderosa herramienta de la antropología, como lo es hoy.
Estuvimos toda la noche intercambiando opiniones e información, sobre las su coterráneo: Carl Caldenius (1887-1961) el ingeniero-geólogo, cuyas tablas geo-cronológicas del cuaternario para la Patagonia; conocidas como: Tablas de Caldenius marcaron el hacer de todos aquellos que quisieran ubicar, temporalmente sus hallazgos.
Por entonces era muy común escuchar decir que alguien se había equivocado; nosotros esa noche, no fuimos la excepción; claro que lo hablamos y Mörner se inclinaba por creer que quienes interpretaron  sus cartas, cometieron errores.
En particular, su interés por el  lugar donde estábamos, y obtener algunas muestras de sondeos realizados en el Cañadón propiamente dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario